Una isla es el premio de alguien que pasa días a la deriva, por eso se convierte en inspiración para crear una plataforma flotante. Un espacio complementario en los eventos deportivos marítimos que consigue trasladar la entrega de premios a su medio natural.
Sencillez caricatural. Referencias del mundo del cómic para diseñar un espacio reconocible. Un montículo de tierra, 3 rocas y una palmera. Una simplificación de todos los elementos, evitando formas superfluas y con superficies tensas que dan carácter.
Funcionalidad. Gracias a su base de fibra con una estructura en aluminio para dar ligereza y soportar la “palmera” que hace de parasol y espacio publicitario.
Diseño alegórico. El piso es de listones de madera de teca y los 3 escalones de la misma madera maciza, generando volúmenes que recuerdan a tres grandes piedras sobresaliendo de la isla.
Cliente: Cliente privado
Año: 2002
Sector: Diseño de producto
Disciplina: Eventos
“Una experiencia de competición marítima, más allá de la meta.”